Casi todos los días se publican nuevos "bagels" y, junto con esto, está aumentando el número de variaciones inusuales sobre el tema. Por ejemplo, los autores de Ruin Raidersagregó un poco de XCOM a la fórmula de juego clásica. Solo que aquí en nuestro escuadrón no hay personas, robots y extraterrestres, sino gatos, perros, pájaros, lagartijas e incluso hipopótamos con un arma lista. De acuerdo, esto al menos llama la atención. Pero, ¿es atractivo el contenido del juego en sí?

La fórmula aquí es realmente clásica: habiendo reclutado a tres luchadores con cola de la colección de animales disponible, nos pusimos en marcha para limpiar las ruinas y las mazmorras, donde, además de una variedad de enemigos, cofres con nuevo equipo, mejoras y cristales de entium (moneda local), comerciantes. y estaciones de artesanía nos esperan. Es cierto que para hacer un artículo, primero debes encontrar su plano.

Las mejoras, si equipan a un luchador, aumentan sus características y resistencias, también hay nuevas ventajas, pero los núcleos del entium tienen un valor especial: afectan el progreso del personaje y le permiten usar sus habilidades distintivas. Es decir, no es suficiente alcanzar un cierto nivel para que estas mismas habilidades y bonificaciones, en principio, estén disponibles; también debe habilitarlas instalando el núcleo del entium en la ranura correspondiente.

Al igual que en el gran XCOM, en esta versión animal tenemos una sede y edificios útiles en él - al bombearlos con la ayuda del mismo entium, aumentamos el nivel máximo de desarrollo de nuestros luchadores, aumentamos la capacidad de almacenamiento de cristales , y también abrir la posibilidad de reclutar en destacamento de sus nuevos tipos (los gatos y perros, por ejemplo, no están disponibles de inmediato) y utilizar equipos y ventajas más raras.

En general, el entium de  Ruin Raiders  es nuestro todo. Por lo tanto, es importante mirar debajo de sus pies aquí. En algunas habitaciones, puede notar un brillo especial en el suelo: allí no solo podemos encontrar cristales, sino también claves para cofres especialmente geniales.

Las batallas en sí tienen lugar en modo por turnos y contienen un conjunto estándar en tales casos: puntos de acción (cada uno puede usar dos por turno), cobertura, completa o no, recarga, la capacidad de activar el modo de observación, usar consumibles y habilidades.

Cada especie (lea: clase) de animales tiene sus propias habilidades únicas; por ejemplo, los rinocerontes de piel gruesa aumentan la armadura que bloquea el daño, los gatos pueden atacar y activar la observación en un solo movimiento, los perros (es decir, los bulldogs) pueden hacer un especial disparo que siempre da en el blanco y, por ejemplo, los pájaros devuelven un punto de acción a todos los aliados en tal o cual radio.

A menudo tienes que usar botiquines de primeros auxilios: puedes curarte a ti mismo y a tus aliados, pero no puedes recoger a los camaradas que han ido al nocaut. Solo después del final exitoso de la pelea regresarán a nuestras filas con un punto de vida. Si todos mueren, se nos informará que la comunicación con el destacamento se ha interrumpido; tendremos que regresar al cuartel general y reclutar nuevos combatientes con cola y bigote.

Y todo estaría bien, pero en  Ruin Raiders hay uno, pero un problema muy grande: jugar es aburrido. No hay sorpresas en el sistema de combate, todo es demasiado estándar, no hay suficiente profundidad y sutilezas como entornos interactivos y alturas.

Las ubicaciones son similares entre sí, hay muchas completamente vacías, sin enemigos, sin cofres. Los comerciantes y las máquinas de artesanía son raros. Ni siquiera estoy hablando de eventos aleatorios interesantes. Bueno, al menos, puedes encontrar extractos de diarios, de los que aprendemos, por ejemplo, sobre una conmovedora historia romántica que se arremolinó en uno de los escuadrones anteriores de los mismos conquistadores de las ruinas.

Además, hay una gran falta de complejidad y variedad florecientes en elementos de equipo y ventajas, de modo que no solo generan algo allí, sino que abren nuevas oportunidades, cambian las reglas del juego, tal vez incluso nos fortalecen accidentalmente no solo a nosotros, pero también enemigos. Te haría de alguna manera despertarte y animarte. Y así, las batallas, por regla general, se desarrollan de acuerdo con aproximadamente el mismo escenario. Solo las peleas contra jefes añaden variedad.

Los autores de Ruin Raiders tuvieron una idea interesante: hacer un roguelike con la mecánica de XCOM y los animales en los roles principales. Pero su implementación resultó ser demasiado estéril, sin un brillo y un brillo animal en los ojos. Aburrido.

Ventajas: concepto de juego interesante; el escuadrón puede reclutar perros y gatos con habilidades únicas; buen sistema de actualización; imagen simple pero bonita.

Contras: las batallas carecen de sofisticación táctica; las ubicaciones son pequeñas, a menudo vacías y no interactivas; pocas situaciones interesantes.